La evolución de los sistemas SCM, CRM, SRM y PLM hace que la Empresa se haga más competitiva a medida que es más colaborativa con sus proveedores, clientes y, en definitiva, con todos los que son su razón de ser. El movimiento hacia el paradigma de la Red de Colaboración, caracterizado por el inevitable e implacable acercamiento hacia nuestros Clientes, hace que el ejecutor del negocio sea la propia Gestión del Cliente.
La paradoja es que los sistemas que se despliegan no son distintos que en la fase anterior, y aunque su mejora será técnica de cara a ser más efectivos, su filosofía, funcionamiento y módulos son los mismos que las empresas de software nos están ofreciendo ahora. El futuro no está en los sistemas en sí, sino en la forma de interconectarnos para crear esa Red de Colaboración. Mencionar que esta interconexión no es física solamente, lo importante es la lógica, los procesos que incorporemos para que el traspaso de información sea eficiente, y aún más importante, con quien nos conectamos, es decir nuestros Socios de Negocio. Para ser competitivos, nuestros Proveedores, Co-fabricantes y en definitiva Socios tienen que serlo también, eso implica no sólo ser buenos en la ejecución de sus actividades, sino también ágiles en trasmitir cambios en la Cadena de Información, ya que si un eslabón se rompe la cadena no funciona frente a la competencia.
No es importante tener el mejor producto, sino que salga a tiempo y que cubra mejor las necesidades del que lo compra. Esto planteará el cambio en la forma de hacer las cosas y en los socios tradicionales que teníamos, e incluso en los proveedores de sistemas de información y consultoría, los cuales tienen que entender también este cambio. Se forma así toda una cadena implacable y compleja, donde el cliente de mi cliente, mis colaboradores y sus colaboradores en el diseño de sus productos o servicios, se tienen que transformar al mismo ritmo que nuestra Empresa se transforma. Se debe conseguir que la información se trasmita de extremo a extremo lo más rápidamente posible, creando una red de comunicaciones compleja que, aunque invisible, es la que hará que mi producto llegue antes al mercado y, sobre todo, con la mejor ventaja competitiva: el Producto está hecho tal y como quiere mi Cliente, ya que él ha influido y colaborado en su transformación.
El centro del negocio es el mismo Cliente, y los sistemas de información tienen que estar preparados para que lo que el cliente quiere, para que sus modificaciones de producto, sus gustos y tendencias, se transmitan más rápido en mi Red que en la de la competencia, y así conseguir aumentar el mercado y crecer.
Los sistemas de información en sí no varían prácticamente en funcionalidad frente a los de la fase 2, sino que tienen que dotarse de la tecnología necesaria, alineándose a procesos de negocio que traspasan la frontera de la misma empresa y que hacen realidad la creación de una Red de colaboración del valor cada vez más compleja, en la que los contenidos y la información tiene que ser mejor que la de nuestros competidores. El cliente esta “rondando” nuestros sitios Web y nuestra cadena de información con un extraordinario nivel de intimidad, y la empresa tiene que ser capaz de adaptarse a lo que nos llega desde el Cliente, pensando en sistemas con un dialogo interactivo para conocer lo que realmente quiere y mejorando nuestra habilidad para dárselo. Esto es lo que moverá, en un futuro no muy lejano, a la empresa a ser mejor.
Los gestores del negocio no deberían preocuparse por si un proceso interno va bien, los sistemas les facilitan esa información e, incluso, lanzarán mecanismos para que se corrijan. Tienen que estar preparados para innovar y capturar nuevos mercados y aumentar su market share. Nuestro Cliente es el motivo y centro de nuestra actividad. Mejorar nuestra oferta de productos o servicios a su gusto (aunque tengamos que hacer los negocios de otra forma), obtener sus necesidades reales y satisfacerles es el objetivo que mueve a la Colaboración empresarial a través de la Red, y la que nos hará más competitivos.
Resumiendo: ERP = Procesos Estándar + Adaptables + Integrados + Base de Datos única.