En la actualidad, las compañías buscan implementar sistemas que manejen todas las áreas de negocio de forma tal que estén integrados. Muchas han buscado nuevas herramientas tecnológicas para poder optimizar los procesos operativos internos, para así ahorrar costos y ser más eficientes, lo que tiene como consecuencia un mejor posicionamiento y la atracción o bien conservación de clientes.
Los ERP forman parte fundamental de las estrategias de las grandes empresas actuales. Si bien hasta finales de los años noventa la implantación de los ERP se había llevado a cabo en su mayoría en empresas de gran tamaño, desde principios del nuevo milenio está extendiéndose cada vez más a empresas de tamaño mediano y pequeño, mediante el lanzamiento de sistemas más económicos y con tiempos de implantación más cortos. El ERP es una herramienta que soporta de forma integrada los procesos de negocios de una compañía.
El principal reto de los ERP sigue estando en su correcta implantación. No es meramente una cuestión de alta complejidad técnica, sino que suele conllevar un cambio de filosofía empresarial, por lo que muchas veces tiene que ser concebido dentro de un programa de gestión del cambio. De ahí que cada vez, la implantación de un ERP deja de ser una cuestión de sistemas de información y se convierte en un aspecto de la estrategia de negocio. Para tomar decisiones racionales acerca de cómo comprometer recursos para implantar un ERP, cualquier compañía necesita conocer su situación inicial así como su estado final deseado.
Teniendo en cuenta esto, se pueden definir 4 posibles escenarios en los que se puede encontrar una empresa:
1.Carencia de sistemas o “desde cero”; no existen sistemas de información 2.Sistemas no integrados; existen gran número de sistemas de información no integrados, con varias plataformas de hardware y sistemas operativos, numerosos programas de aplicación y lenguajes de programación. Se crea la necesidad de interfaces de paliar las limitaciones de acceso a datos y permitir que varios sistemas hablen entre sí. 3.ERP limitado a funciones individuales; existen sistemas ERP instalados para operar un área funcional individual (finanzas, ventas o distribución) de una división o de toda la empresa. 4.ERP integrado para toda la empresa; existen procesos completos de uno a otro extremo y a lo largo de toda la compañía, elementos de datos comunes a través de las unidades de negocio y software de aplicación ERP estandarizado, con un único conjunto de aplicaciones aplicado a través de toda la compañía.